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lunes, 20 de febrero de 2017

Hospital de las Cinco Llagas. Nuestro Parlamento Andaluz

El Parlamento Andaluz se encuentra ubicado en el conocido como Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla. Este impresionante edificio renacentista fue restaurado y se estrenó como nuestro parlamento el día de Andalucía, veintiocho de febrero, del importantísimo año para la capital hispalense, 1992, año de la famosa Exposición Universal "Expo´92", que adecentaría y cambiaría la fisonomía de la ciudad para siempre. Pero, ¿Cuál es la historia de este singular edificio que pasó de hospital de la beneficencia a sede política? Pues gracias a la fantástica visita guiada gratuita que hacen  diariamente y a la que asistí, previa reserva, con mi hijo pequeño hace unos días, hoy os voy a intentar contar algunos detalles muy curiosos.

Estatua de Hércues del Pabellón de Andalucía de la Expo´92 hoy ante el Parlamento Andaluz. Hércules, símbolo institucional del escudo de Andalucía, levantando las columnas que la tradición sitúa en el Estrecho de Gibraltar

Antes de nada, hay que hacer una abstracción mental y trasladarse a la Sevilla del s XVI. Era la ciudad más grande y comercial de Europa junto con Estambul, mucho más que otras que hoy destacan como Londres, París o Roma. Recordemos que Sevilla era el puerto principal que conectaba con Las Indias y, por tanto, comerciaba con todas las riquezas que llegaban del nuevo continente. Era una ciudad importante, repleta de palacios y de familias que manejaban mucho dinero. Por otro lado, imaginaros la situación de la mujer en esta época, donde el futuro era casarse o ser monja, pero que para llegar a ambas situaciones se requería de una dote. Así, que las mujeres de clases sociales bajas que no conseguían dicho estatus, quedaban en total abandono a su suerte, cayendo en la pobreza o en la prostitución. Por este motivo una noble de la época, Doña Catalina de Ribera, obteniendo una bula papal, decidió crear un hospital para atender a estas mujeres desamparadas. Primero creó un pequeño hospital intramuros de la ciudad y después su hijo Don Fabrique Enriquez se pondría manos a la obra para culminar el empeño de su madre realizando este imponente hospital renacentista inaugurado el 5 de marzo de 1559.

El edificio decidió hacerse extramuros en esta zona de la ciudad para salvar las crecidas del río (hoy queda en frente a un resto del antiguo lienzo de muralla que aun sigue en pie y frente al famoso "Arco de la Macarena") y consta de 25.500 metros cuadrados. Un edificio ideado por Martín de Gainza y a su muerte terminado por Hernán Ruiz. Proyectado con una luz impresionante que le otorgan sus nueve patios (aunque planeados fueron diez) con bellas galerías portificadas con columnas e ideadas concienzudamente para cumplir su función y así, poder llegar a todas las salas de enfermos del hospital sin mojarse los días de lluvia. Hoy lo vemos con ojos del siglo XXI, acostumbrados a maravillas de todo tipo alimentadas por la televisión, pero imaginaros este enorme edificio visto por los ojos de alguien de la época. Fue un modelo en su género e innovador y moderno en su concepción. ¡Imponente!


Tener en cuenta, que la medicina de la época era mínima, la cirugía era casi de herejes porque los estudios para conocer la anatomía con disecciones podían llevar al galeno que se atreviese a intentarlos directamente a la hoguera y las medicinas que se usaban estaban más a la altura de las pócimas que de la farmacología. Por tanto, los cuidados que se dispensaban más que médicos, eran más bien los de ofrecer techo y comida a los desamparados por caridad cristiana, siendo las monjas las encargadas de ofrecer dicha ayuda. En la foto anterior se ve un ejemplo de antigua sala de enfermos, donde los colchones de paja estaban tirados en el suelo y las enfermas se disponían en hileras. Es curioso observar las salas, porque con tanta galería y luminosidad por los patios, cabría esperar salas muy ventiladas y luminosas, sin embargo las salas estaban dotadas únicamente con esas pequeñas ventanas altas que aparecen en la imagen (las puertas se abrieron posteriormente), ello denota el poco conocimiento que se tenía en la época de los conceptos de salubridad y medicina preventiva.


La religiosidad y la sanidad iban en aquellos años de la mano. En la foto siguiente vemos un ejemplo de bonita bóveda vaída que se encontraba en medio de la intersección de varias salas de enfermos. Este tipo de bóveda da una acústica especial, por tanto, ideada para ser el lugar donde se colocaba el sacerdote para dar misa y que pudiesen escuchar adecuadamente los enfermos de cada una de las salas circundantes. En el centro el escudo de las cincos llagas, pero como era el lugar elegido para dar misa, en vez de llagas, están representados cinco racimos de uvas.


En su interior solo albergó mujeres, salvo excepciones como en la epidemia de peste que asoló Sevilla en 1649, donde cuentan que en una sola noche murieron en el hospital más de 2500 personas. En el cuadro de la época expuesto en el museo del antiguo Hospital del Pozo Santo de Sevilla, se puede observar una estampa triste de estos momentos de peste en la ciudad, con cadáveres por las calles, religiosos en auxilio y el Hospital de Las Cinco llagas al fondo.


Hasta la Desamortización de Mendizabal, donde se despojó de bienes a la Iglesia, este hospital fue religioso y a partir de ahí, la dirección del mismo pasó a a ser del Estado. En ese momento se le cambia el nombre a Hospital Central, aunque coloquialmente en la ciudad hasta hoy día se le conoce con su nombre primitivo o con el nombre de Hospital de la Sangre. Tras la desamortización, ya se trasladaron a él pacientes de otros lugares de Sevilla y se instauró una zona de hombres y otra de mujeres. El hospital siguió en funcionamiento hasta hace pocas décadas, tratando a pacientes y con funciones universitarias, ya que en él se ubicó la Facultad de Medicina y la Escuela de Enfermería.

En 1972 cierra definitivamente para los enfermos, que pasan al hospital americano (un antiguo hospital junto al aeropuerto hoy desaparecido pero que aun recuerdan muchos sanitarios de Sevilla que siguen en activo) mientras se terminaban las obras al actual Hospital Virgen Macarena que sita al lado de este edificio. Así fue como termina la labor sanitaria de este lugar, pero que fue tan importante que permanece en el recuerdo de todo sevillano que se precie.

Patio del Cardenal, hoy presidido por la estatua de Plácido Fernández Viagas, primer presidente de Andalucía y antaño seguro lleno de alumnos, ya que en sus galerías y estancias sitaba la Facultad de Medicina.

Hasta la década de los ochenta este hospital cayó en el abandono, solo los fantasmas que dicen que habitan en él recorrían sus pasillos, y fue entonces cuando se iniciaron las obras para rehabilitarlo y convertirlo en lo que es hoy, Parlamento de Andalucía. Se hicieron reforma generales, una de ellas la construcción de una biblioteca, como debe de tener todo edificio parlamentario. De esta forma se construyó la biblioteca que aparece en la imagen, siguiendo los cánones de las bibliotecas de los primeros parlamentos europeos.


Como todo hospital de la época que se precie, en el patio más grande central, posee una capilla. En este caso un impresionante edifico de grandes dimensiones y notoriedad. Hoy día, ya desacralizada, por su belleza, es el lugar ideal para albergar en el edificio la sala principal del parlamento de Andalucía, el Salón del Pleno. Como no podía ser menos, la estatua que preside su entrada es la de Blas Infante, conocido como "Padre de la Patria Andaluza".



Imagen de la sala donde se reúne el Pleno con sus 109 diputados.


En el interior de la sala pudimos andar entre las mesas y sentarnos en las butacas de los parlamentarios.


En esta foto mi hijo, en el salón del Pleno, contempla el retablo de la antigua iglesia pintado por Alonso Vázquez (1602), repleto de imágenes de mártires y santos estigmatizados con llagas. Por cierto, para quien no esté muy ducho en temas religiosos, el nombre de " Hospital de las Cinco Llagas" viene de las cinco llagas que le hicieron a Jesucristo durante su crucifixión (en ambas manos y ambos pies por los clavos y en el costado por una lanza). En estos años la iglesia iba de la mano de todo, por tanto, el nombre tenía que ser católico, pero el lugar no deja de tener la denominación de una herida, "Cinco Llagas", a mi parecer un apelativo muy original y apropiado para un hospital dedicado a curar enfermos. Este retablo durante los actos parlamentarios es tapado con un panel con el escudo de Andalucía, debido a que por ley no se pueden manifestar símbolos de ninguna confesión religiosa en los momentos oficiales.

Mi hijo se portó muy bien, pero aquí tengo que dar las gracias al guía del recorrido, que en todo momento fue amable y atento con nosotros y al final hasta nos dio un regalito a grandes y pequeños.¡Gracias! Hacer visitas con niños a veces no es fácil y es un placer encontrar a personas con compresión hacia las familias en este sentido.


Para terminar me vais a permitir un ligero apunte, no ya al edificio, sino a las personas que lo mantuvieron con vida hasta hace poco. Un recuerdo para todos esos médicos y enfermeras, con más o menos conocimientos según la época, pero con la misma voluntad de ayuda hacia los enfermos.

4 comentarios :

  1. Esta visita si que no la tenia en mente y me ha parecido de gran interes todo lo que has contado. Sin duda merecera la pena!! Mil gracias!

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  2. Merece mucho la pena Helena! Os lo recomiendo!

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  3. Qué chulo! No sabía que se podía visitar... Aunque a lo mejor es algo que no se lleva haciendo desde hace mucho... Estuve en Sevilla en 2010, y no recuerdo que se pudiera hacer. Me ha llamado la atención lo de la iglesia que ahora es el lugar del parlamento... La verdad es que cuando he visto el retablo, he pensado que no me sonaba ver hablar a la presidenta andaluza con esa imagen de fondo, jejejeje Pero claro, lo tapan! jejejeje
    Un abrazo

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  4. Sí se puede desde hace años, pero haya que reservar con antelación, te piden dni, imagino que para comprobar antecedentes. Pues si vienes, reserva para LA próxima y para el Palacio de San Telmo, también visitarle y que merece mucho la pena. Un abrazo!

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